Los nootrópicos son sustancias que se utilizan para potenciar la función cerebral, mejorar la memoria, la concentración y la capacidad de aprendizaje. Estas sustancias también se conocen como «drogas inteligentes» y, aunque se han vuelto cada vez más populares en los últimos años, desde luego no son nada nuevo.
Qué son los nootrópicos
El término fue acuñado en 1972, pero el uso de potenciadores de la actividad cerebral es tan antiguo como la propia humanidad. Entre los nootrópicos que tomamos a diario, tenemos que mencionar al café o al té entre otros.
La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central que ayuda a mejorar el estado de alerta y reducir la fatiga, se encuentra en el café, pero también en el té, los refrescos de cola y otras bebidas energéticas.
Otro nootrópico habitual en nuestra sociedad es la L-teanina que es un aminoácido que se encuentra naturalmente en el té verde y ayuda a promover la relajación, reducir el estrés y mejorar la concentración. Algunos estudios también han sugerido que la L-teanina puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y reducir los síntomas de la ansiedad.
Efectos de los nootrópicos
Estas sustancias se utilizan por su capacidad para incrementar el rendimiento cerebral y las funciones cognitivas.
Son capaces de mejorar la memoria, la concentración y la capacidad de aprendizaje.
No se conoce completamente su mecanismo de acción, además, este es diferente para cada sustancia, pero en general, el efecto de las “drogas inteligentes”, tiene que ver con un aumento de la disponibilidad de neurotransmisores, con la estimulación de la comunicación interneuronal, con la optimización del gasto de oxígeno y de glucosa por parte del cerebro, con la mejoría de la microcirculación cerebral y con un efecto neuroprotector y antioxidante.
Es importante tener en cuenta que, aunque los nootrópicos pueden tener beneficios para la función cerebral, también pueden tener efectos adversos y que no son una solución mágica para mejorar la actividad intelectual.
Usos habituales de los nootrópicos
Los nootrópicos pueden emplearse tanto para mejorar los síntomas de personas con trastornos neurológicos que cursen con déficits cognitivos (demencia asociada a la edad, Alzheimer, déficit de atención e hiperactividad,…), como en individuos sanos con el objetivo de mejorar su capacidad de memoria y aprendizaje.
El uso de nootrópicos en pacientes neurológicos se acompaña, como no podría ser de otra manera, de un diagnóstico preciso y forma parte de una estrategia terapéutica adecuada a cada caso, por lo que en esta ocasión no nos vamos a referir a este uso, sino que nos centraremos en el uso de nootrópicos en individuos sanos que quieran potenciar sus funciones cognitivas.
Tipos de nootrópicos
Dentro de los nootrópicos podemos encontrar un amplio grupo de fármacos y de sustancias de origen natural.
Entre los fármacos nootrópicos cabe mencionar al metilfenidato, utilizado en el tratamiento del TDAH; el modafinilo, medicamento que se utiliza para tratar la somnolencia asociada con la narcolepsia y otros trastornos del sueño, como el insomnio, o el piracetam que se utiliza en pacientes con deterioro cognitivo.
Todos estos fármacos deben ser prescritos por un médico y están diseñados para el tratamiento de distintos trastornos neurológicos, no para ser empleados en personas sanas.
Entre los nootrópicos de origen natural, son muchas las sustancias a las que se les podría atribuir propiedades estimuladoras de la función cognitiva, desde las ya mencionadas cafeína o teanina a los ácidos grasos omega 3 o la creatina.
Entre los extractos de plantas con mayor evidencia científica respecto a su efecto nootrópico, podemos destacar la bacopa monnieri, la melena de león, la huperzia serrata y el gingko biloba.
Bacopa monnieri
Bacopa monnieri o hisopo de agua, es una planta originaria de la India. Se considera adaptógena y nootrópica y se ha utilizado tradicionalmente para mejorar la función cognitiva y la memoria, aliviar el estrés y la ansiedad y mejorar el estado de ánimo y la vitalidad en general.
Los compuestos responsables de los efectos farmacológicos de la Bacopa incluyen alcaloides como la brahmina o herpestina, saponinas y esteroles. Pero los componentes que se han demostrado más activos en cuanto a los efectos cognitivos de la Bacopa son los bacósidos A y B.
Los bacósidos interactúan con los sistemas dopaminérgico, serotoninérgico y colinérgico, y se ha demostrado que puede promover la comunicación neuronal al aumentar el crecimiento de las dendritas.
Bacopa monnieri también tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, estas últimas, especialmente a nivel del hipocampo, corteza frontal y cuerpo estriado. Los bacósidos A y B, además, inducen la expresión superficial de varios neurorreceptores.
Bacopa monnieri mejora la memoria, sobre todo la relacionada con la adquisición de nuevos conocimientos y mejora el aprendizaje, la ansiedad y la adaptación al estrés.
Melena de león
La Melena de León o Heririum Erinaceus es un hongo comestible y con propiedades medicinales originario de América del Norte, Asia y Europa.
Entre sus principios activos contiene erinacina, hericenona y minerales como potasio, zinc, hierro, selenio o fósforo.
Se le han atribuido propiedades como nootrópico y como adaptógeno. Su acción parece estar relacionada con la capacidad de la erinacina y la hericenona de estimular la producción del Factor de Crecimiento Nervioso (FCN). Esta proteína es necesaria para el crecimiento neuronal, además, parece que el extracto de este hongo podría promover el crecimiento de la vaina de mielina.
La melena de león mejora las capacidades cognitivas y parece tener un efecto positivo en la calidad del sueño y los síntomas de ansiedad.
Huperzia serrata
La mayor parte de la actividad biológica de H. serrata parece estar relacionada con su contenido en Huperzina A que es un compuesto alcaloide sesquiterpénico que atraviesa eficazmente la barrera hematoencefálica, actuando como un inhibidor de la acetilcolinesterasa selectivo, reversible y competitivo mixto.
Además, Huperzina A tiene un efecto neuroprotector que está mediado en parte por una reducción en la acumulación de beta-amiloide en la corteza y el hipocampo.
Un análisis proteómico mostró que Huperzina A regula a la baja 29 proteínas que tienen una relación directa con la apoptosis neuronal. Por último, Huperzia Serrata, presenta propiedades antiinflamatorias.
Gingkgo Biloba
Es el árbol viviente más antiguo que existe, ya que algunos ejemplares pueden llegar a vivir 3000 años. La parte utilizada es la hoja que presenta actividad como vasodilatador arterial, vasoconstrictor venoso, reforzador de la resistencia capilar y como antiagregante plaquetario; además, disminuye los requerimientos de oxígeno a nivel cerebral y se considera antioxidante y neuroprotector.
En consecuencia, el extracto seco de hoja de ginkgo biloba mejora el flujo sanguíneo cerebral y la microcirculación, teniendo un efecto positivo en la memoria y el rendimiento cognitivo, especialmente en deterioro cognitivo asociado a la edad.
Los principios activos responsables de su acción son principalmente los flavonoides ginkgolidos y bilobalidos.
Nootrópicos y neurotransmisores
Uno de los mecanismos de acción por el que los nootrópicos son capaces de aumentar el rendimiento intelectual es a través del aumento de la disponibilidad de determinados neurotransmisores en el tejido cerebral.
Por ejemplo, la acción de bacopa monnieri tiene que ver los sistemas dopaminérgico, serotoninérgico y colinérgico; huperzia serrata inhibe la acetilcolinesteresa, aumentando los niveles de acetilcolina y el metilfenidato inhibe la recaptación de dopamina y noradrenalina.
Otras sustancias para potenciar las funciones cognitivas
La denominación de nootrópico, en sentido estricto, hace referencia a aquellas sustancias que únicamente actúan sobre las funciones cognitivas del cerebro. A veces se utiliza esta denominación para otras sustancias que tienen una acción más amplia. Nos referimos por ejemplo a los psicoestimulantes (anfetaminas), que también actúan sobre el comportamiento o a los antidepresivos que también actúan sobre el estado de ánimo.
El efecto final de los psicoestimulantes o los antidepresivos es también un aumento de las capacidades intelectuales, pero asociados a la modificación de otras funciones cerebrales.
Otras recomendaciones
No queremos terminar sin recordad una vez más, que una dieta saludable, el ejercicio regular, un sueño adecuado y la reducción del estrés también desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la función cerebral óptima y que, por tanto, podríamos decir que tienen un efecto nootrópico.
El uso complementario de sustancias nootrópicas como los extractos vegetales mencionados en individuos sanos puede mejorar la función cerebral y promover la concentración, la memoria y la capacidad de aprendizaje, si bien es importante utilizarlos de manera responsable, dentro de un contexto de vida sana y consultar con un profesional de la salud ante cualquier duda al respecto.
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