La OMS define las varices como dilataciones de venas que con frecuencia son tortuosas. Hablar de las varices y sus factores de riesgo es importante porque afecta a un gran número de personas.
Y es necesario saber que la causa principal de la aparición de varices es la estasis venosa, provocada habitualmente por un fallo de las válvulas venosas.
Sistema circulatorio
Pero una vez definido, para entender mejor qué son las varices y sus factores de riesgo o cuál es el mecanismo de su aparición, hagamos referencia a cómo funciona el sistema circulatorio.
El sistema circulatorio está compuesto por una bomba, que es el corazón y por un conjunto de vasos sanguíneos que llevan la sangre a todas las células del organismo. El conjunto de vasos sanguíneos que conectan el corazón con los pulmones se denomina circulación menor y el conjunto de vasos que conectan el corazón con el resto del organismo se denomina circulación mayor.
El objeto de esta doble circulación es que la sangre llegue a los pulmones para oxigenarse y que de allí vuelva al corazón para que la pueda mandar al resto de los tejidos.
En la circulación mayor, la sangre oxigenada viaja siempre por las arterias y la sangre sin oxigenar por las venas. La sangre oxigenada sale del corazón por la arteria aorta, que se va dividiendo en otras arterias cada vez más finas, dejando el oxígeno en las células. Las células captan el oxígeno y devuelven el CO2 a través de los capilares, que van confluyendo en pequeñas venas, que cada vez se van haciendo más gruesas, hasta desembocar en el corazón, que de nuevo llevará esa sangre, ya sin oxígeno, hasta los pulmones para volver a “cargarla”.
A la circulación que lleva la sangre de vuelta al corazón, desde las venas, se la denomina “circulación de retorno” o circulación venosa.
Dificultad en el retorno de la sangre
El problema es que las venas de la circulación mayor están prácticamente todas por debajo del corazón, por lo que la sangre debe circular hacia arriba, en contra de la gravedad. Eso dificulta el retorno de la sangre, pues cada vez que la sangre sube un tramo, la fuerza de la gravedad le obliga a descender. Para que el descenso sea en un espacio pequeño, existen válvulas repartidas por toda la longitud de las venas.
Cuando la sangre intenta retroceder, las válvulas se cierran e impiden el retroceso. La sangre asciende gracias al movimiento de la propia pared venosa, que contiene fibras musculares lisas, y gracias a los músculos esqueléticos circundantes que también favorecen el movimiento de la sangre.
Si la pared venosa está debilitada o le falta elasticidad y/o si las válvulas están rotas, la sangre no es capaz de ascender o, aunque la haga, vuelve a retroceder. Eso hace que la sangre se acumule en cada tramo aumentando el grosor de la vena y la presión en la zona. A esta situación se le denomina enfermedad venosa crónica (EVC).
Cuando la patología va avanzando y se producen manifestaciones más importantes, se denomina entonces Insuficiencia venosa crónica (IVC).
Enfermedad venosa crónica
La enfermedad venosa crónica afecta aproximadamente a un 30% de la población, siendo más frecuente en mujeres que en hombres.
En un primer momento, el aumento de la presión local puede producir síntomas como dolor, escozor o tirantez. Pero si la alteración continúa avanzando, terminarán por aparecer las varices, que no es más que la visualización de las venas tortuosas, aumentadas de grosor.
Según las manifestaciones que se presenten, se puede clasificar la enfermedad venosa crónica en los siguientes estadíos:
- Estadío 1. Aumento del relieve de las venas. El paciente no suele tener molestias.
- El estadío 2. Aparecen síntomas como dolor, pesadez, picor u hormigueo, que empeora tras el ortostatismo prolongado y mejora al levantar las piernas. Es común que las manifestaciones se agraven con el calor.
- Pasamos al estadío 3. Hay manifestaciones en la piel, con pigmentación parda oscura y pérdida de elasticidad.
- Estadío 4. En donde aparecen de úlceras varicosas.
Tipos de varices
Aunque las varices no se pueden separar del resto de las manifestaciones de la insuficiencia venosa crónica, si atendemos únicamente a las venas engrosadas, podemos clasificarlas desde el punto de vista morfológico y de localización, en los siguientes tipos:
- Telangiectasias o arañas vasculares. Son pequeñas venas o capilares dilatados, intradérmicos y que generalmente no se acompañan de ninguna manifestación.
- Varices reticulares. Son venas de pequeño calibre dilatadas, que aparecen sobre todo en la cara externa del muslo o la pierna y que generalmente se acompañan de los síntomas antes descritos.
- Varices tronculares. Son las que afectan a la vena safena o sus afluentes primarias. Se acompañan de los síntomas propios de la IVC y corresponden generalmente a un estadío avanzado de la enfermedad.
Conocer las varices y sus factores de riesgo
Pero vamos a centrarnos ahora en la pregunta que nos hacemos al leer el título de este artículo: ¿Por qué aparecen las varices? ¿Cuáles son los factores que favorecen su formación? Por ello, vamos a centrarnos en las varices y sus factores de riesgo.
Existen una serie de factores asociados a la aparición de varices, en los que no podemos influir:
- El primero es la genética. Existe una predisposición familiar, de manera que, si los progenitores padecieron insuficiencia venosa crónica, es más probable que sus descendientes también lo padezcan.
- También influye la edad, pues igual que otros tejidos del cuerpo, pierden tonicidad, también lo hacen las paredes venosas, por lo que la probabilidad de padecer varices aumenta con el paso de los años.
- Y, por último, en el capítulo de los factores no evitables, mencionaremos el sexo. Como ya hemos comentado antes, la insuficiencia venosa es más común en las mujeres.
Factores evitables
Pero también existen otros factores evitables y que, por tanto, es muy importante conocer para poder reducirlos en la medida de lo posible y evitar o al menos enlentecer, la aparición de varices y del resto de los síntomas de insuficiencia venosa crónica:
- Obesidad. La grasa acumulada puede dificultar el retorno venoso y aumentar la presión intravascular, por lo que favorece la aparición de varices.
- Sedentarismo. Los músculos esqueléticos, con sus contracciones, favorecen la tonicidad y la contracción de las propias paredes venosas, facilitando la circulación.
- La falta de ejercicio elimina este mecanismo.
- Ortostatismo prolongado. La posición de pie dificulta el retorno por efecto de la gravedad.
- Embarazo. Por un efecto mecánico, puesto que el contenido del útero puede comprimir las grandes venas abdominales, dificultando el retorno de la sangre al corazón.
- Consumo de anticonceptivos orales. Que pueden alterar la circulación por razones hormonales.
- Estreñimiento crónico. Sí, seguramente muchos pacientes no lo relacionan, pero el hecho de realizar un esfuerzo con aumento de la presión intraabdominal, dificulta el retorno venoso.
- Uso de prendas de vestir que compriman algún punto del recorrido de las venas. Medias con elástico apretado, fajas, ligas, pantalones muy ajustados…
- Calor ambiental o en el puesto de trabajo. El calor distiende las venas y disminuye la tonicidad de las paredes, produciéndose un aumento de la presión intravascular: permanecer cerca de un foco de calor habitualmente, sobre todo si este está cerca de los miembros inferiores, es un factor predisponente a la aparición de varices.
Cómo actuar
Siempre que sea posible, hay que actuar modificando los factores evitables. El ejercicio es fundamental, entendiendo que el ejercicio puede ser algo, tan sencillo y tan útil, como simplemente caminar.
El uso de determinados extractos vegetales con acción flebotónica es base del tratamiento. Podemos mencionar algunos como la vid roja (vitis vinifiera), el rusco, el castaño de indias o la centella asiática.
Existen medicamentos en cuya composición aparecen algunos de estos extractos (quizás uno de los más utilizado es el extracto seco de hoja de vid roja) y también existen geles de aplicación tópica que contienen estos extractos y que proporcionan una sensación rápida de alivio y de frescor.
Bibliografía y enlaces:
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/varicose-veins/symptoms-causes/syc-20350643
http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-89582015000100002
https://semergen.es/resources/files/noticias/venosaCrocina_1.pdf
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