El eritema facial o enrojecimiento de la cara, se puede deber a múltiples causas, desde simplemente problemas estéticos a enfermedades sistémicas con manifestaciones en la piel de la cara.
Los síntomas que acompañen al enrojecimiento, así como su forma de presentación, orientan hacia una u otra etiología.
En cualquier caso, aunque no se trate de enfermedades de importancia, el hecho de que la cara sea una parte de nuestro cuerpo fundamental en las relaciones sociales hace que cualquier lesión que aparezca en esta zona sea motivo de preocupación por las implicaciones estéticas que conlleva.
Probablemente en las mujeres y en los adolescentes, el impacto psicológico por alteraciones dermatológicas en la cara sea mayor que en otros grupos de población.
Causas del eritema facial
Veremos a continuación cuáles son las causas más frecuentes de eritema facial.
Dermatitis atópica
Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica que cursa en brotes, por lo que las lesiones aparecen y desaparecen, generalmente siempre en la misma localización. Son lesiones eczematosas simétricas, muy pruriginosas y que se localizan sobre todo en frente, región periorbitaria y perioral, mejillas y nuca.
Estas personas tienen la seca y, a menudo, liquenificada y con lesiones de rascado. Suele haber antecedentes familiares y personales de eczema infantil, asma, rinoconjuntivitis y otros rasgos atópicos.
Dermatitis seborreica
Es una dermatosis inflamatoria crónica que suele aparecer en la infancia y persistir en la edad adulta. No se sabe su causa, pero sí se sabe que está asociado a factores hormonales y a un sobrecrecimiento local de Pityrosporum ovale. Se agrava con el estrés y en el invierno.
La erupción tiende a ser bilateral, simétrica, levemente pruriginosa y suele estar compuesta por máculas eritematosas, cubiertas por una descamación amarillo-grasienta. Se localiza preferentemente en frente, cejas, pestañas, surcos nasolabiales y región auricular y frecuentemente se acompaña de lesiones similares en el tórax y espalda y caspa en el cuero cabelludo.
Dermatitis alérgica de contacto
Erupción cutánea debida a factores externos que provocan una reacción alérgica local aguda. El inicio de la erupción es súbito y su localización depende de dónde se haya producido el contacto con el alérgeno.
Fototoxicidad y fotoalergia
Son lesiones que aparecen tras la administración tópica o sistémica de una sustancia que actúa como fotosensibilizante frente a la luz solar. Las lesiones aparecen a las 24-48 horas después de la exposición solar.
Urticaria-angioedema
La urticaria es una erupción que se caracteriza por la aparición de habones que suele ser debida a una reacción alérgica. El angioedema es la forma profunda de la urticaria y se caracteriza por tumefacción, localizada en los lugares donde la piel es más laxa (párpados, labios, lengua, etc.).
El inicio del angioedema es súbito y generalmente no es pruriginoso. Suele desaparecer espontáneamente antes de las 48 horas. Las urticarias agudas leves son pruriginosas y aparecen súbitamente tras el contacto con el agente causante.
Erupción lumínica polimorfa
Enfermedad cutánea causada por la acción de la luz solar. Es más frecuente en mujeres jóvenes. Se inicia en primavera o principio del verano con los primeros contactos con la luz solar. Las lesiones son pruriginosas y aparecen en áreas fotoexpuestas. La erupción suele mejorar en el transcurso del verano debido a que se produce tolerancia a las radiaciones solares.
Quemadura solar aguda
La quemadura solar aguda puede producir dolor, eritema y ampollas en la piel. El diagnóstico es fácil porque el propio paciente refiere la exposición al sol.
Erisipela
Erupción aguda de rápida diseminación producida por la invasión de la piel por el estreptococo betahemolítico del grupo A. La erupción es eritematosa, brillante, bien delimitada y puede presentar vesículas y ampollas en su superficie. El paciente presenta fiebre, escalofríos, malestar general y puede haber afectación linfática.
Eritema infeccioso
Es una enfermedad infecciosa vírica producida por el parvovirus B19, propia de los niños. La enfermedad vírica comienza con un eritema caliente en ambas mejillas, prácticamente sin síntomas. A los 2-4 días aparece un exantema maculopapuloso en tronco y extremidades. Puede provocar también artralgias y artritis.
Impétigo
Infección cutánea superficial muy contagiosa y frecuente en niños y adultos jóvenes.
Está producida por estafilococo aureus, estreptococo betahemolítico del grupo A o una mezcla de ambos, que penetran a través de la piel lesionada. En un 25% de los casos puede aparecer una glomerulonefritis aguda a las 3-4 semanas de la infección.
Herpes simple facial
Es una infección de piel y/o mucosas causada por el virus herpes simplex tipo 1. Es contagiosa, aguda y autolimitada, aunque con gran tendencia a las recurrencias.
El inicio es brusco, la localización habitual es la perioral, pero puede localizarse en otros puntos de la cara. Las lesiones persisten entre 2 y 6 semanas antes de resolverse espontáneamente.
Herpes zoster facial
La infección se acompaña de dolor o sensaciones “raras” en la piel unos días antes de la aparición de la erupción. Posteriormente aparecen vesículas sobre una superficie eritematosa que se rompen y forman costra. La erupción suele ser unilateral.
Acné
El acné vulgar es una enfermedad inflamatoria crónica del folículo pilosebáceo muy común en adolescentes y adultos jóvenes. Es debido a una hiperactividad de las glándulas sebáceas por acción androgénica y a un bloqueo de su conducto de secreción. Además, el sebo producido está químicamente alterado debido a la acción de algunos microorganismos como el Propionibacterium acnes, Pityrosporum orbiculare o S. epidermidis, que son en estar personas más abundantes que en el resto de la población.
La lesión típica es el comedón, aunque los pacientes pueden presentar pápulas, pústulas, nódulos y quistes que pueden dejar hiperpigmentaciones y cicatrices residuales.
Acné rosácea
Se presenta sobre todo en mujeres mediana edad. Su etiología es desconocida, pero se sabe que existe una inestabilidad vasomotora con tendencia a la vasodilatación y presencia aumentada del microorganismo Demodex folliculorum. El paciente presenta pápulas o pústulas sobre una zona eritematosa con telangiectasias en mejillas, mentón, frente y punta de la nariz.
Cuperosis
La cuperosis es la aparición de capilares dilatados como consecuencia del aumento de la presión sanguínea que aparecen en distintas zonas del rostro. Son vasos con paredes poco elásticas, por lo que una vez que se han dilatado como respuesta a algún estímulo externo o interno, tardan más tiempo en volver a su situación de base.
En una primera fase se manifiesta únicamente por enrojecimiento y congestión, pero posteriormente aparecen telangiectasias, que es la característica principal de la cuperosis. Son vasos finos ramificados, que aparecen sobre todo en las mejillas y en las aletas de la nariz, de color rojo-violeta.
Es más frecuente en mujeres que en hombres y sobre todo en las personas que tienen la piel fina, sensible y blanca, ya que la epidermis de estas pieles es más transparente y deja traslucir los vasos dilatados. La cuperosis no se considera una enfermedad sino un problema estético.
Lupus eritematoso crónico discoide
Las lesiones aparecen en placas con eritema en la parte periférica, hiperqueratosis folicular y atrofia cicatricial en el centro. Se localizan preferentemente en la cara (sobre todo en dorso de la nariz, mejillas, orejas y labios), cuero cabelludo (dejando alopecia cicatricial), dorso de manos y pulpejos de los dedos. Las lesiones son fotosensibles.
Lupus eritematoso sistémico
El lupus es una enfermedad autoinmune. La afección facial consiste en un eritema malar en alas de mariposa de inicio súbito. Las lesiones cutáneas desaparecen sin dejar cicatriz.
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