Cómo una buena alimentación puede equilibrar la microbiota y reducir el colesterol

La enfermedad cardiovascular es una de las principales causas de mortalidad en España y en el resto de países de nuestro entorno. En este artículo, además de tratar la relación entre microbiota y colesterol, se abordará la epidemiología de esta enfermedad en nuestro país, así como sus consecuencias y los factores de riesgo. Además, se ofrecerán recomendaciones dietéticas tanto para mantener en equilibrio la microbiota intestinal como para el manejo de pacientes con trastornos del metabolismo de las grasas.

Epidemiología de la enfermedad cardiovascular en España

Se estima más del 30% de la población adulta en nuestro país presenta algún grado de enfermedad cardiovascular. Además, se ha observado un aumento significativo en su incidencia en las últimas décadas. La enfermedad cardiovascular abarca diversas situaciones, como la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria y los accidentes cerebrovasculares.

Estos problemas de salud tienen graves consecuencias para quienes los padecen, como discapacidad física, disminución de la calidad de vida y aumento de la mortalidad y son una importante carga económica para la sociedad. Es fundamental conocer los factores de riesgo asociados a esta enfermedad y tomar medidas preventivas para reducir su impacto.

Factores de riesgo y consecuencias de la enfermedad cardiovascular

La enfermedad cardiovascular es una patología que puede tener graves consecuencias para la salud del individuo que la padece. Entre las complicaciones más comunes se encuentran el infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca y el accidente cerebrovascular. Estas patologías pueden causar discapacidad y un aumento de la mortalidad. Además, la enfermedad cardiovascular también puede generar otros problemas de salud, como enfermedad renal crónica, disfunción eréctil o alteraciones de la visión entre otras.

Es importante destacar que estas complicaciones pueden ser evitadas en gran medida a través de la prevención, como el control adecuado de los factores de riesgo y el tratamiento temprano de la enfermedad cardiovascular. Por lo tanto, es fundamental concientizar a la población sobre la importancia de adoptar un estilo de vida saludable y seguir las recomendaciones médicas para prevenir las complicaciones asociadas a esta enfermedad.

Clasificación de los factores de riesgo

Los factores de riesgo para padecer enfermedad cardiovascular se pueden clasificar de la siguiente manera:

1. Factores no modificables:
   • Herencia. Historia familiar de enfermedad cardiovascular
   • Sexo. El hombre presenta mayor riesgo que la mujer
   • Edad. Según aumenta la edad, aumenta la probabilidad de sufrir enfermedades vasculares
2. Factores modificables:
   • Diabetes mellitus
   • Hipertensión arterial
   • Hiperlipemia. Niveles elevados de colesterol y triglicéridos
   • Sedentarismo e inactividad física
   • Obesidad
   • Tabaco
   • Dieta poco saludable. Rica en grasas saturadas y trans, sodio y azúcares
   • Estrés

De entre todos estos factores, se consideran como los principales el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes y la hiperlipemia.

Perfil lipídico y su relación con la enfermedad cardiovascular

La hiperlipidemia en general y la hipercolesterolemia en particular, constituye uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedad cardiovascular.

El colesterol es una sustancia imprescindible para el funcionamiento del organismo. Todas las hormonas esteroideas (estrógenos, andrógenos, cortisol, etc) se sintetizan a partir del colesterol que, además, forma parte de las membranas celulares. Dada su naturaleza grasa, para poder transportarse por la sangre que es un medio líquido, debe hacerlo vehiculizado por lipoproteínas.

Según el colesterol sea transportado por las HDL, las LDL o las VLDL, el comportamiento es diferente: mientras que las HDL transportan el colesterol de los tejidos periféricos al hígado, para ser metabolizado, las LDL tienden al almacenaje en tejidos periféricos, concretamente se depositan en las paredes de las arterias formando acúmulos de colesterol que constituyen las placas de ateroma.

El cociente Colesterol total/ HDL Colesterol se denomina índice aterogénico y es mucho más orientativo que el colesterol total en sangre. Si el valor resultante es inferior a 3.5, se trata de un riesgo bajo; si se sitúa entre 3.5 y 4.5 el riesgo es moderado y si el resultado es superior a 4.5, el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular por placa de ateroma es muy elevado.

Las alteraciones de las cifras de colesterol en sangre pueden ser causadas por factores genéticos, pero también por malos hábitos alimenticios, falta de ejercicio físico y tabaquismo. Es importante mantener un equilibrio adecuado entre los diferentes componentes del perfil lipídico para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

El tratamiento de las dislipemias incluye cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable y la actividad física, así como la administración de fármacos hipolipemiantes en casos necesarios.

Recomendaciones dietéticas para pacientes con trastornos del metabolismo de las grasas

En primer lugar, se recomienda reducir el consumo de grasas saturadas y trans, presentes en alimentos como carnes grasas, productos lácteos enteros y alimentos procesados. En su lugar, se debe optar por fuentes de grasas saludables como pescados ricos en ácidos grasos omega-3, aceite de oliva virgen extra y frutos secos. También se aconseja limitar el consumo de azúcares añadidos y alimentos con alto contenido en sal y priorizar una alimentación equilibrada y variada.

Es recomendable realizar ejercicio físico de forma regular y mantener un peso adecuado para mejorar el control del metabolismo de las grasas y prevenir complicaciones cardiovasculares. Además, es importante aumentar el consumo de fibra soluble, presente en alimentos como frutas, verduras y legumbres, ya que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL.

Recomendaciones dietéticas para mantener en equilibrio la microbiota intestinal

Probablemente, el mecanismo por el que la dieta rica en fibra ayuda a reducir los niveles de LDL colesterol es doble. Por una parte, se trata de alimentos saciantes y, por otro lado, la fibra actúa como prebiótico, es decir, favorece la colonización del intestino por parte de bacterias beneficiosas, principalmente bifidobacterias y lactobacilos.

La relación entre microbiota y colesterol es clara, ya que parece que el equilibrio de la microbiota intestinal es un factor favorecedor del metabolismo lipídico. Parece que son varios los mecanismos por los que las bacterias de la microbiota son capaces de influir en el metabolismo de las grasas. En primer lugar, algunas bacterias comensales tienen actividad hidrolasa, esto produce la desconjugación de las sales biliares y, por tanto, una disminución de su absorción con la consecuente disminución de la absorción del colesterol.

Por otra parte, algunas de estas bacterias son capaces de incorporar a sus membranas el colesterol adquirido con la dieta, disminuyendo así su disponibilidad en la luz del intestino y, además, las bacterias de la microbiota intestinal inducen la fermentación selectiva de cierto nutrientes para la fabricación de ácidos grasos de cadena corta lo que también disminuye la disponibilidad de lípidos en el intestino.

Recomendaciones dietéticas: uso de probióticos

Las recomendaciones dietéticas para mantener en equilibrio la microbiota intestinal son fundamentales para prevenir enfermedades cardiovasculares y mejorar la salud en general. Una alimentación adecuada es clave para mantener una microbiota equilibrada, y esto implica consumir alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales. Además, es importante limitar el consumo de alimentos procesados y azúcares refinados, ya que pueden alterar el equilibrio de la microbiota intestinal.

Otros alimentos beneficiosos incluyen yogures y otros productos lácteos fermentados, que contienen bacterias probióticas que pueden ayudar a mantener un equilibrio saludable de la microbiota.

Hay numerosos estudios que avalan el papel beneficioso de los probióticos como coadyuvantes en el manejo del paciente con hiperlipidemia. En concreto las cepas Bifidobacterium lactis B420 y Bifidobacterium longum BB536 han demostrado tener un papel positivo en el metabolismo de las grasas, por lo que la incorporación de estos probióticos en la dieta podría ser una estrategia efectiva para prevenir y tratar trastornos metabólicos relacionados con las grasas.

Conclusión

En resumen. Seguir una dieta rica en fibra y baja en alimentos procesados puede ayudar a mantener una microbiota intestinal saludable, lo que a su vez puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejorar la salud en general.

Referencias

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