Agua salada y agua dulce, ¿cuál influye más en la aparición de cistitis?

Durante la época estival debido al calor y a la humedad, suele ser habitual ir a la piscina o la playa para refrescarnos y sumergirnos en agua dulce (piscina) o en agua salada (mar).

Con estas prácticas se reduce el calor y la temperatura corporal, pero al bañarnos o sumergirnos en agua (bien sea dulce o bien sea agua salada) existe la posibilidad de aparición de infecciones urinarias que deberíamos de tener en cuenta de cara a prevenirlas o identificarlas y tratarlas para que no se compliquen.

Las infecciones más comunes en la playa o la piscina se deben a una serie de factores como son la humedad y la temperatura. En la playa el agua es salada, deshidrata más rápidamente, hay más piedras o residuos en el fondo del mar como en la arena, provocando un mayor riesgo de infección.

Causas de cistitis

La cistitis es la infección urinaria más frecuente, especialmente en mujeres jóvenes. Se caracteriza por dolor o escozor al orinar, aumento de frecuencia miccional y deseo continuo de orinar, que pueden acompañarse de urgencia o incontinencia miccional, dolor suprapúbico y orina de aspecto turbio, entre otros síntomas.

El principal microorganismo causante de cistitis es Escherichia coli (80%) pero también pueden producirla Klebsiella, Proteus, Enterobacter, Morganella, Citrobacter, Serratia, Pseudomonas, Enterococcus, Streptococcus, Staphylococcus y algunas levaduras. En España, la Escherichia coli (E.coli) es el uropatógeno más frecuente en mujeres de 18 a 65 años.

Muchos de estos gérmenes suelen estar presentes en la zona perineal pudiendo llegar hasta la vejiga por vía ascendente y excepcionalmente llegar hasta la pelvis y el parénquima renal.

Más del 50% de las mujeres presentarán al menos un episodio de infección urinaria en su vida.

Aproximadamente un tercio de las mujeres afectadas de infección urinaria presentarán recurrencias. Cuando una mujer sufre 2 o más infecciones en 6 meses o 3 o más infecciones en un año, se habla de infección urinaria recurrente (ITU-R).

Factores de riesgo que provocan cistitis

Existen una serie de factores de riesgo para padecer las infecciones urinarias o cistitis:

• Edad. El número de infecciones del tracto urinario (ITU) se incrementa con la edad tanto en hombres como en mujeres.
• Género. Las mujeres tienen un mayor riesgo que los hombres debido a que las aberturas de la uretra y del recto están muy cerca entre sí, y la uretra es más corta en las mujeres que en los hombres. El riesgo de ITU se incrementa incluso aún más después de la menopausia en las mujeres y después de los 50 años en los hombres.
• Aumento del pH vaginal provocado por la reducción de la población de lactobacilos vaginales
• El uso de espermicidas, particularmente en combinación con diafragmas, también incrementa el riesgo de infecciones del tracto urinario en mujeres. Algunas mujeres son propensas a episodios recurrentes de cistitis.
• Uso de antibióticos que modifican la microbiota vaginal
• Antecedentes de infecciones urinarias
• Factores genéticos. Las mujeres que presentan antecedentes maternos de múltiples infecciones del tracto urinario son más propensas a tener ITU
• Relaciones sexuales frecuentes. Una mayor frecuencia de las relaciones sexuales se asocia a una mayor frecuencia de ITU. Es un factor importante en mujeres jóvenes y con actividad sexual.
• Menopausia en relación con los niveles hormonales de estrógenos (su déficit aumenta el pH vaginal y disminuye el flujo vaginal).
• Estancia prolongada en residencia.
• Sondajes y procedimientos instrumentales. Tener un catéter urinario incrementa las probabilidades de adquirir una ITU, así como los procedimientos médicos realizados en el sistema del tracto urinario.
• Incontinencia urinaria.
• Enfermedades concomitantes
  • Defectos anatómicos del tracto urinario
  • Reflujo vesicoureteral (la orina se regresa a través de la uretra hacia los riñones)
  • Diabetes
  • Sistema inmune debilitado
  • Cálculos renales
  • Hiperplasia prostática
  • Antecedentes de trasplante renal
  • Desórdenes neurológicos

Las mujeres jóvenes, sexualmente activas y postmenopáusicas poseen el mayor riesgo de cistitis.

Existen también otros riesgos más generales para la cistitis como son el embarazo, en relación con la presión que ejerce el útero que provoca un flujo de orina más lento y la vejiga no se vacía de forma completa produciendo el crecimiento de las bacterias.

¿Qué provoca el aumento de cistitis en verano?

En verano suelen aumentar los casos de cistitis debido a la sudoración y al aumento de temperatura. Los baños en piscinas, agua dulce, y playas, agua salada, favorecen la humedad de la zona genital, lo que facilita la proliferación de microorganismos.

También se debe tener en cuenta que durante el verano hay una disminución del volumen de orina provocada por el calor o una inadecuada ingesta de líquidos, lo que favorece el riesgo de infección urinaria.

El cloro del agua de la piscina puede ser especialmente irritante para las vías urinarias. En las piscinas, el agua contiene cloro que si tiene la concentración elevada puede causar reacciones o irritaciones de las vías urinaria.

Todo esto junto con un número elevado de personas en la piscina o playa, mayor frecuencia de baño y menos frecuencia de recambio de bañador, aumenta el riesgo de aparición de infecciones urinarias. El mantenimiento de un traje de baño húmedo y ajustado puede permitir que las bacterias se reproduzcan y asciendan por la uretra.

Por último, la ropa sudada también puede ser un caldo de cultivo para los gérmenes.

Recomendaciones para evitar la cistitis en verano

Existen una serie de recomendaciones generales y medidas higiénico-dietéticas que se debe implementar en todos los pacientes:

• Adecuada higiene, y limpiarse tras la defecación en la dirección adecuada, es decir de delante hacia atrás. Usar jabones neutros en la higiene íntima
• Hidratación adecuada. Al menos dos litros de agua al día.
• Orinar con frecuencia para limpiar las vías urinarias. No aguantar las ganas de orinar.
• Uso de ducha mejor que el baño
• Evitar permanecer el bañador húmedo
• Evitar el uso de prendas apretadas y que sean de algodón
• Restringir el uso de anticonceptivos de barrera como el diafragma y tampones
• Controlar el estreñimiento. La toma de probióticos por vía oral también ayuda a mantener un equilibrio en la microbiota intestinal y vaginal, que hará más difícil la entrada de gérmenes en la vejiga. También contamos con diversos preparados con arándanos rojos y D-manosa como ingredientes principales, que ayudan a evitar las recidivas de las infecciones.

También son muy frecuentes la aparición de candidiasis vaginal en las mujeres durante el verano que se ven favorecidas por los mismos factores predisponentes que las cistitis.

La utilización del arándano rojo y manosa se puede utilizar como método preventivo de infecciones recurrentes. De hecho, se estima que es más efectivo asociar el arándono rojo (PACs), D-manosa y probióticos para prevenir las infecciones de orina y como coadyuvante al tratamiento antibiótico.

La evidencia científica del efecto saludable de los probióticos en las infecciones urinarias muestra datos que permiten recomendarlos como coadyuvantes.

Referencias

• Grin, P. M., Kowalewska, P. M., Alhazzan, W., & Fox-Robichaud, A. E. (2013). Lactobacillus for preventing recurrent urinary tract infections in women: meta-analysis. Can J Urol, 20(1), 6607-6614.
• Serrallach, C. Pigrau. Infecciones urinarias recurrentes: Factores predisponentes y estrategias de prevención. C. Pigrau Infección del tracto urinario. Ed Ergin; 2013: 85-104
• Cistitis no complicada en la mujer Guía Multidisciplinar – Actualización 2017 https://www.aeu.es/UserFiles/files/GUIA_ITU_2017_CAST_42_v04.pdf
• Lenger, S. M., Bradley, M. S., Thomas, D. A., Bertolet, M. H., Lowder, J. L., & Sutcliffe, S. (2020). D-mannose vs other agents for recurrent urinary tract infection prevention in adult women: a systematic review and meta-analysis. American journal of obstetrics and gynecology, 223(2), 265-e1.