Estrés, un factor importante en el desarrollo de cistitis

Estrés y cistitis. ¿Tienen algo qué ver? Enseguida vamos a ver que, efectivamente, sí tiene mucho que ver el estrés con el desarrollo de cistitis. Pero primero, para situarnos, aclaremos los dos términos, el de estrés y el de cistitis.

Estrés, un factor importante en el desarrollo de cistitis: factores desarrollo cistitis - HeelEspaña

El estrés

El estrés hace referencia a la respuesta que el cuerpo tiene ante cambios tanto a nivel físico como mental o emocional. El estrés produce cambios que afectan a la presión arterial, a la frecuencia cardíaca o a la concentración de glucosa en sangre entre otros. Estos cambios lo que pretenden es la adaptación a la nueva situación.

Cuando el estrés es adaptativo, el organismo continúa en un estado de salud y equilibrio.

Cuando el estrés no consigue que el cuerpo se adapte a la nueva situación, hablamos de estrés no adaptativo y este sí produce alteraciones a nivel metabólico, psíquico y como veremos más adelante, en la función inmunitaria.

El estrés puede ser agudo, en cuyo caso, se produce un aumento de adrenalina y otras catecolaminas, que induce un estado de alerta en todo el organismo o puede ser crónico, con elevación de ACTH y cortisol. El aumento mantenido del cortisol afecta negativamente a múltiples órganos y sistemas entre los que se encuentra, por supuesto, el sistema inmune.

Estrés, un factor importante en el desarrollo de cistitis: estres desarrollo cistitis - HeelEspaña

Cistitis

La cistitis se define como la inflamación de la vejiga urinaria. Esta inflamación puede ser por causa infecciosa o no infecciosa.

La cistitis infecciosa es la más habitual de todas. Generalmente es bacteriana, siendo las bacterias intestinales, especialmente la Escherichia Coli las máximas responsables. La cistitis bacteriana es un proceso agudo pero que puede hacerse recurrente, aunque también podría producirse la cronificación del cuadro.

Es mucho más común en mujeres que en hombres por razones anatómicas y, en las primeras, la microbiota vaginal juega un papel protector muy importante frente a la aparición de cistitis.

En cuanto a las cistitis no infecciosas, hay que mencionar a las cistitis inducidas por fármacos, a las producidas por radiación en pacientes sometidos a radioterapia y a las derivadas de la presencia de un cuerpo extraño en la vejiga, pero sin duda, la cistitis no infecciosa más frecuente es la cistitis intersticial o vejiga dolorosa.

Estrés y desarrollo de cistitis

Ahora que ya hemos definido ambos conceptos, vamos a ver qué relación existe entre el desarrollo de cistitis y estrés. Para ello, vamos a diferenciar la relación del estrés con la aparición de la cistitis no infecciosa, concretamente la intersticial. Y, después, veremos la relación de los síndromes de desadaptación con las cistitis bacterianas.

La cistitis intersticial o vejiga dolorosa es una entidad de la que no se conoce a ciencia cierta la etiología. Existe un defecto en la pared vesical, de manera que parece que se permite el paso de determinadas sustancias presentes en la orina, lo que produce inflamación del tejido y dolor. El dolor aumenta con determinados factores como padecer cistitis bacterianas de repetición o la actividad sexual entre otras.

El estrés también influye, pudiendo producir una exacerbación del dolor y un aumento de las molestias. Además, uno de los síntomas principales de la cistitis intersticial, además del dolor, es el aumento de la frecuencia urinaria. Las situaciones de estrés y ansiedad también pueden producir un aumento de la sensación de tener que orinar, por lo que el estrés no es causa ni factor predisponente para la aparición de cistitis intersticial, pero sí produce un aumento de los síntomas cuando la enfermedad ya está establecida.

En el caso de las cistitis bacterianas sí es más directo el papel que ejerce el estrés en la aparición de estos procesos.

Estrés, un factor importante en el desarrollo de cistitis: causas desarrollo cistitis - HeelEspaña

Psiconeuroinmunoendocrinología

Seguramente, la palabra clave que tenemos que emplear aquí es Psiconeuroinmunoendocrinología. Esta disciplina consiste en el estudio de la interacción entre conducta, función neural, función endocrina y sistema inmune.

Efectivamente, se ha comprobado que los cambios en el sistema nervioso o endocrino se siguen de una alteración en la respuesta inmune y que, a su vez, la inmunidad, afecta a la función neural y endocrina. Así mismo, la conducta influye sobre los mecanismos de defensa y viceversa.

Distintos estudios en modelos animales han evidenciado que el estrés afecta a la respuesta inmune tanto humoral como celular. Parece ser que las condiciones estresantes inhiben la actividad de los lintocitos T y de las Natural Killer (NK) y reducen la producción de interleucina 2 (IL-2) y de interferón.

Cerebro y sistema inmune

La comunicación entre el cerebro y las células del sistema inmune es compleja. Por una parte, el sistema nervioso simpático (SNS) inerva profusamente los órganos linfoides, responsables de la creación y maduración de los linfocitos, que además, tienen receptores de membrana que se activan con diferentes neuropéptidos y neurotransmisores como la noradrenalina. A su vez, los linfocitos activados producen mediadores que llevan la información correspondiente al cerebro.

Estrés agudo y estrés crónico

Pero, aunque estemos hablando por el momento de estrés, de manera general, hay que distinguir el estrés agudo del estrés crónico. En el primer caso, la activación del SNS produce la liberación de neurotransmisores, principalmente adrenalina y noradrenalina. Estas catecolaminas inducirán los cambios necesarios a nivel cardíaco, pulmonar, digestivo, etc…cambios que, en principio, serán adaptativos.

Sin embargo, durante el estrés crónico, se libera hormona corticotropa (ACTH), como consecuencia de lo cual, aumenta la producción de glucocorticoides en las cápsulas suprarrenales, destacando la producción de cortisol. El cortisol, en condiciones normales, se libera siguiendo un ritmo circadiano. Las fluctuaciones en los niveles en sangre de colesterol son necesarias para mantener un estado de salud. La producción mantenida, sin cambios circadianos, de cortisol, induce un estado inmunosupresor.

Esta es la relación directa del estrés con la aparición o desarrollo de cistitis bacteriana, pero en realidad, podríamos hablar de la misma forma de la relación del estrés con cualquier infección: el estrés induce una disminución de la respuesta inmunitaria y por tanto favorece la aparición de cualquier infección.

Estrés, un factor importante en el desarrollo de cistitis: tratamiento desarrollo cistitis - HeelEspaña

Microbiota y desarrollo de cistitis

Pero además, en el caso de la cistitis, hay que destacar el papel de la microbiota, tanto intestinal como vaginal, como factores de protección. La microbiota intestinal equilibrada impide la proliferación de las enterobacterias que son responsables de la infección vesical, mientras que la microbiota vaginal impide la migración de estas bacterias desde el intestino hasta la uretra a través del perineo.

Los estados de estrés, a través probablemente del denominado eje intestino-cerebro, inducen cambios disbióticos en las poblaciones bacterianas. Esto hace que el factor protector de la microbiota se vea alterado y por tanto sea más probable la aparición de cistitis.

Por último, como ya decíamos en el caso de la cistitis intersticial, los estados de ansiedad producen un aumento de la frecuencia urinaria, lo que agrava aún más los síntomas típicos de la cistitis.

Estilo de vida saludable

Podríamos terminar este texto, hablando de la necesidad de controlar el estrés, de la importancia de la dieta equilibrada, del descanso reparador, de la práctica del deporte y de las relaciones sociales y afectivas sanas.

Podríamos terminar así el texto y a lo mejor, alguien pensaría aquello de “ya estamos con los mismos consejos de siempre que parece que sirven para todo”.

Sí, podríamos terminar así y así lo vamos a hacer. Los consejos de siempre que sirven para todo, son efectivamente estilos saludables de vida que influyen en múltiples puntos de nuestro organismo.

La psiconeuroinmunoendocrinología nos da la clave de la relación que existe entre los distintos sistemas y de la importancia de los estados emocionales adversos.

Así que sí, vamos a acabar con los consejos de siempre: procura ser feliz y tendrás una buena salud.

Referencias

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/interstitial-cystitis/symptoms-causes/syc-20354357

https://espanol.womenshealth.gov/a-z-topics/bladder-pain

https://espanol.womenshealth.gov/a-z-topics/bladder-painhttps://www.redaccionmedica.com/recursos-salud/diccionario-enfermedades/cistitis-intersticial

Dra. M. Magdalena Mejias Moreno
Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente trabajo como Gerente dentro del departamento Médico en Laboratorios Heel España y soy autora de artículos en revistas y blogs y he escrito algunos libros de divulgación científica sobre nutrición y salud.
Más información >

Desde Microbiota y Bienestar nos tomamos muy en serio tu salud. Por este motivo no podemos hacer diagnósticos online, si tienes síntomas te recomendamos que recurras a un especialista. Gracias por leernos y comentar.