Prevención y manejo de las complicaciones en hemorroides

Las hemorroides consisten en una dilatación de los plexos venosos hemorroidales (varices) del canal anal, por ello algunos autores la incluyen como un tipo de insuficiencia venosa, pero realmente las hemorroides se definen como un “un conjunto de síntomas y signos” (dolor, prurito, sangrado, prolapso) atribuibles al tejido hemorroidal, secundario a trastornos circulatorios, mecánicos y de los esfínteres. Los tratamientos locales son una opción efectiva para tratar las hemorroides externas. Estos tratamientos están diseñados para aliviar los síntomas y reducir la inflamación de las hemorroides. Uno de los tratamientos más comunes es el uso de un cierto tipo de crema para las hemorroides, geles o ungüentos tópicos que contienen ingredientes como corticosteroides, anestésicos locales y vasoconstrictores.

Inflamación del tejido hemorroidal

En el tramo distal del canal anal es normal la presencia de unas estructuras a modo de “cojines”, constituidas por tejido de tipo elástico, vascular (plexos hemorroidales) y conectivo, además de músculo.

Sus funciones son: colaborar en mantener la continencia fecal y colaborar en la protección del esfínter anal, entre otras. La alteración de estas estructuras deriva en una sintomatología (sangrado, dolor, etc.), que denominamos enfermedad hemorroidal o popularmente hemorroides.

Se trata por tanto de una inflamación del tejido hemorroidal que provoca la aparición de venas hinchadas e inflamadas en la región del ano y el recto. Estas venas pueden sobresalir hacia afuera del ano (hemorroides externas) o permanecer dentro del recto (hemorroides internas).

Factores en la aparición de hemorroides

Existen una serie de factores que incrementan la aparición de las hemorroides:

• El aumento de la presión venosa de los plexos hemorroidales
• Debilidad del tejido de sostén y ruptura de las fibras del músculo de Treitz ubicado en la submucosa anal y que debe fijar las estructuras vasculares al esfínter interno
• Presencia de comunicaciones arteriovenosas que pueden estar involucradas en su origen
• Otros. El estreñimiento crónico, el esfuerzo durante la evacuación intestinal, el embarazo, la obesidad y el sedentarismo son algunos de los factores que pueden contribuir al desarrollo de las hemorroides. Además, la edad avanzada y la predisposición genética también pueden aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad.

Síntomas frecuentes

Los síntomas pueden variar en intensidad y duración, pero en general incluyen dolor, picor y sangrado rectal. El dolor puede manifestarse como una sensación de ardor o presión en el área anal, especialmente durante la defecación. Además, muchas personas experimentan sangrado al evacuar, que puede aparecer en el papel higiénico o en el inodoro.

Otro síntoma común de las hemorroides es la aparición de abultamientos o protuberancias alrededor del ano. Estos bultos son causados por la inflamación de las venas hemorroidales y pueden ser internos o externos. Los bultos internos suelen ser indoloros y se encuentran dentro del recto, mientras que los bultos externos pueden causar molestias e incluso dolor al sentarse o caminar.

Además de estos síntomas físicos, las hemorroides también pueden afectar el bienestar emocional de una persona. Muchas personas experimentan ansiedad, vergüenza o preocupación debido a los síntomas visibles y a la posibilidad de que otros los noten.

Es importante tener en cuenta que los síntomas pueden variar según el grado de desarrollo de las hemorroides. En casos leves, los síntomas pueden ser intermitentes y desaparecer por sí solos. Sin embargo, en casos más graves, los síntomas pueden volverse crónicos y requerir tratamiento.

Complicaciones de las hemorroides

Las hemorroides, aunque comunes, pueden dar lugar a complicaciones graves si no se tratan adecuadamente. Una de las complicaciones más frecuentes es la trombosis hemorroidal, que ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en una hemorroide externa. Esto puede causar un dolor intenso y agudo, así como una inflamación significativa del área afectada.

Otra complicación es la necrosis de las hemorroides, que ocurre cuando el flujo sanguíneo se ve comprometido y las hemorroides se vuelven gangrenosas. Esta situación puede ser extremadamente dolorosa y requiere atención médica inmediata.

Además, las hemorroides también pueden provocar una infección en el área anal, conocida como absceso perianal. Esta infección puede causar fiebre, dolor intenso y supuración. Si no se trata adecuadamente, el absceso perianal puede convertirse en una fístula anal, que comunique el canal anal y la piel circundante. Esta complicación requiere intervención quirúrgica para su resolución.

En casos más raros, las hemorroides pueden causar anemia debido a la pérdida crónica de sangre. La anemia puede provocar fatiga, debilidad y palidez.

Recomendaciones generales para prevenir las hemorroides y sus complicaciones

Para prevenir las hemorroides y sus complicaciones, es importante seguir algunas recomendaciones generales:

• En primer lugar, es fundamental mantener una dieta equilibrada y rica en fibra para evitar el estreñimiento, ya que este puede ser un factor desencadenante de las hemorroides. Se recomienda consumir alimentos como frutas, verduras y cereales integrales, así como beber suficiente agua para facilitar el tránsito intestinal. La ayuda con complementos probióticos junto con fibra puede ser muy eficaz en estos enfermos.
• Mantener una vida activa y realizar ejercicio regularmente. La actividad física ayuda a estimular el sistema digestivo y prevenir el estancamiento del flujo sanguíneo en el área rectal. Se sugiere caminar diariamente, practicar deportes o cualquier otra actividad que promueva la circulación sanguínea.
• Es importante también evitar permanecer mucho tiempo sentado en la misma posición, ya que esto puede aumentar la presión en las venas anales. Si se trabaja sentado durante largas horas, se recomienda que la persona se levante cada cierto tiempo para aliviar la presión.
• Otro aspecto para tener en cuenta es mantener una buena higiene anal. Es fundamental limpiar suavemente el área después de cada evacuación intestinal utilizando papel higiénico suave o toallitas húmedas sin alcohol. Evitar frotar o rascar la zona para no irritarla aún más.

Estas recomendaciones generales, pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar hemorroides y sus complicaciones asociadas.

Tratamientos locales para las hemorroides externas

Los tratamientos locales son una opción efectiva para tratar las hemorroides externas. Estos tratamientos están diseñados para aliviar los síntomas y reducir la inflamación de las hemorroides. Uno de los tratamientos más comunes es el uso de crema para las hemorroides, geles o ungüentos tópicos que contienen ingredientes como corticosteroides, anestésicos locales y vasoconstrictores. Estos productos ayudan a reducir el picor, el dolor y la hinchazón causados por las hemorroides externas. Además, pueden proporcionar un alivio rápido y temporal de los síntomas molestos.

Es importante destacar que los tratamientos locales solo alivian los síntomas y no tratan la causa subyacente de las hemorroides.

Alguna crema para las hemorroides debe emplearse solo durante unos días, ya que su uso continuado puede provocar dermatitis por sensibilización a anestésicos locales, así como atrofia cutánea y prurito por los corticoides que suelen llevar en su composición.

Productos para tratar las hemorroides externas: crema para hemorroides con aloe vera, ácido hialurónico y más

Los productos naturales pueden ser una opción efectiva para tratar las hemorroides externas. Uno de los más populares es el aloe vera, conocido por sus propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes. La aplicación tópica de gel de aloe vera puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el malestar causado por las hemorroides.

Otro producto natural que puede ser beneficioso es el ácido hialurónico. Este compuesto se encuentra de forma natural en nuestro organismo y tiene propiedades hidratantes y regenerativas. La aplicación de cremas o geles con ácido hialurónico puede ayudar a calmar la irritación y promover la cicatrización de las hemorroides externas.

Existen otros productos naturales que pueden ser útiles en el tratamiento de las hemorroides externas. Por ejemplo, la manzanilla y el hamamelis tienen propiedades antiinflamatorias y astringentes, que pueden ayudar a reducir la hinchazón y aliviar el malestar.

La ruscogenina, rutósidos, derivados del castaño de indias, vid roja, etc. son vasoprotectores de las venas de la zona para evitar una dilatación anormal.

El mentol, clorofila, etc., provocan una sensación de frescor de la zona, que alivia la sensación de estimulación de las terminaciones nerviosas, disminuyendo la sensación dolorosa.

Existen actualmente productos comercializados con aloe vera, polidocanol, hialurónico, etc. que actúan de forma sinérgica siendo más efectivos. El polidocanol se utiliza en muchos productos de aplicación tópica, por ejemplo, en productos para dermatitis atópica para aliviar rápida y eficazmente el picor.

Sin embargo, si la persona experimenta síntomas graves o persistentes, se deberá recurrir a otro tipo de tratamientos incluyendo la cirugía.

En resumen

Las hemorroides es una enfermedad común que afecta a muchas personas en todo el mundo. Aunque pueden ser incómodas y dolorosas, existen varias opciones de tratamiento disponibles a nivel local, para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Seguir las recomendaciones generales para prevenir su aparición puede ser de gran ayuda.

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