Ashwagandha es una planta originaria de la India que ha demostrado tener propiedades adaptógenas: es capaz de controlar los niveles de cortisol, lo que la hace especialmente interesante en situaciones de estrés crónico con elevación mantenida del cortisol.
El estrés: compañero del día a día
El estrés es una reacción que se produce ante determinados estímulos externos o internos y que, idealmente, debe actuar de manera adaptativa.
Pero el estrés no debe entenderse siempre como algo negativo: es necesario para responder ante situaciones de alarma. Ante un cambio en las condiciones el cuerpo debe adaptarse, para lo que precisa la puesta en marcha de diferentes mecanismos que induzcan una acción concreta en músculos, sistema nervioso, formación de hormonas, función cardíaca, respiratoria, etc.
Una situación de alarma que genera estrés produce en el organismo un aumento de la secreción de adrenalina, aumento de la secreción de sudor, aumento de la frecuencia cardíaca, aumento del gasto cardíaco y como consecuencia de todo ello: aumento del flujo de sangre a los tejidos.
Cuando esos mecanismos consiguen una adaptación (respuesta adaptativa) a las nuevas condiciones, se vuelve a la situación fisiológica y se considera que el organismo ha tenido una buena respuesta.
El problema ocurre cuando se produce el denominado estrés no adaptativo, es decir, el cuerpo no consigue adaptarse a la nueva situación, sino que se desencadena un desequilibrio psiconeuroinmunoendocrino que puede provocar hipertensión arterial, aumento de la susceptibilidad a infecciones, alergia y enfermedades autoinmunes, enfermedades de la piel, afecciones dolorosas, afecciones endocrinas, envejecimiento prematuro, etc.
Estrés agudo y crónico: no es lo mismo
El estrés agudo desencadena un aumento en la liberación de adrenalina, mientras que el estrés crónico produce un aumento en la liberación de cortisol. El aumento de la secreción de adrenalina y noradrenalina por parte de las cápsulas suprarrenales produce un aumento del gasto cardíaco y de la presión sanguínea, con el objeto de aumentar la perfusión a los tejidos.
El aumento de la liberación del cortisol en las situaciones de estrés crónico impide el estado proinflamatorio nocturno, que es necesario para producir una “limpieza” de la matriz extracelular. Debido a esto, las situaciones de estrés crónico producen una alteración en la matriz extracelular y por tanto en todos los procesos que tienen lugar en ella, especialmente los mecanismos inmunológicos, que desplazan su equilibrio hacia el aumento en la formación de linfocitos Th2, provocando un estado favorable para la aparición de alergias y patologías autoinmunes.
El aumento del cortisol afecta también a otros órganos y tejidos, produciendo, aumento de la permeabilidad intestinal, alteraciones musculares, pérdida de memoria e intolerancia a la insulina entre otros.
Ashwagandha: planta con propiedades adaptógenas
La Ashwagandha o Withania somnifera es una planta de la familia de las solanáceas, que recibe también el nombre de ginseng indio por su acción y sus propiedades adaptógenas.
Es una planta arbustiva, algo leñosa, que puede alcanzar 1,5 m de altura. Las flores son axilares y nacen en grupos de tres o cuatro. El fruto es una baya pequeña de color anaranjado, del tamaño de un guisante.
Es originaria de la India y se puede encontrar principalmente en Nepal, China y Yemen. Pero se ha extendido desde su origen tanto hacia el Extremo Oriente como hacia el Mediterráneo, encontrándose actualmente incluso en algunas zonas de Andalucía. La planta crece silvestre y también se cultiva para su uso medicinal.
Las raíces frescas de la planta tienen un olor fuerte y desagradable, parecido al del sudor del caballo. De ahí es donde deriva su nombre sánscrito Ashwa-gandha, que quiere decir «olor a caballos».
Son precisamente las raíces la parte utilizada en medicina. Se han descrito hasta 35 principios activos entre los que destacan los withanólidos: dehidrowithanólido R, withasomniferina A, withasomidienona, withasomniferoles A y C, withanona y withaferina A. También contiene alcaloides como la ashwagandhina, cuscohigrina, tropina, pseudotropina, isopelletierina y anaferina y aminoácidos como el triptófano.
Propiedades farmacológicas
En cuanto a sus propiedades farmacológicas se han descrito en estudios preclínicos, efectos a nivel inmunológico, antiinflamatorio, neuroprotector, ansiolítico, cardioprotector y antidiabético.
Punto de vista clínico
Desde el punto de vista clínico, se considera a Ashwagandha como un excelente adaptógeno. Una planta o sustancia con propiedades adaptógenas es la que «ayuda a respaldar la capacidad del cuerpo para resistir los efectos del estrés y promover el funcionamiento fisiológico normal». Por tanto, es capaz de modular y equilibrar diferentes sistemas del organismo, tanto a nivel energético, como nervioso e inmunológico.
Cumple criterios de los adaptógenos
Ashwagandha cumple los cuatro criterios principales de las plantas con propiedades adaptógenas: reduce los daños causados por el estrés; es segura, incluso en dosis elevadas. No causa adicción ni síntomas de abstinencia y no afecta a las funciones corporales normales.
Es especialmente interesante en el control del estrés y como complemento en la ansiedad. En dosis elevadas, puede inducir el sueño. Además, Ashwagandha mejora el rendimiento físico e intelectual, así como la memoria. Mejora la capacidad cognitiva, reduce los niveles de estrés y mejora la calidad del sueño.
Ashwagandha actúa a nivel del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HPA) ayudando a equilibrar la cantidad de cortisol que produce el cuerpo. También se ha demostrado que aumenta la actividad colinérgica.
El mecanismo de ashwagandha para reducir o regular el estrés prolongado se basa en su capacidad para estimular los receptores GABA, lo que produce un efecto de relajación. También es capaz de aumentar la producción de dopamina que en una situación de estrés está generalmente disminuida en sangre.
¿Es seguro tomar ashwagandha?
Ashwagandha ha demostrado seguridad y tolerabilidad a las dosis recomendadas según los estudios (entre 120 y 1200 mg diarios de extracto de raíz). A dosis más altas presenta efecto hipnótico. No está recomendada la toma de ashwagandha ni en embarazadas ni en personas con problemas psiquiátricos.
Bibliografía
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8632422/
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